- El cuadro de mando de la relación
Algo común en las relaciones tóxicas es «mantener a tu pareja bajo puntuación» Diciéndote lo que haces bien y lo que haces mal. Te sientes exigido tanto cuando Te evalúa con un positivo como cuando te valora con un punto rojo. Culpándote por los errores del pasado, que aún repites. Después te dice que estás mejorando. Después por lo que haces bien ya no te valora tanto. De modo que entras en una competición pero no sabes bien con quien, aunque muchas veces te das cuenta que es con una expareja o con unos ideales a lo que te somete.
- Adictos a la intensidad
Hay quien participa en la dinámica de “todo o nada”. Primero un estado fusional de entrega y demanda total, para después retirarse, al haber agotado emocionalmente la relación
La plenitud no está en las reacciones ni en las emociones excesivas. Toda adicción a nuestros estados de intensidad emocional, es adicción al estrés del dolor de la infancia y al enfado de las situaciones vividas
- Consejos de maestrillo y su librillo
Damos y recibimos consejos y sugerencias terapéuticas y new age. Sabemos perfectamente por qué el otro hace esas cosas que nos molestan, pero no sabemos cómo dejar que nos molesten. Vaya! Tenemos respuestas a todo porque somos perfectos yoguis o terapeutas consumados, y estamos aquí para enseñarle al otro como sanar y mejorar. Claro. Esa es mi función, mi liberación y mi karma. Y sobre todo es por amor. Y además te hago un favor al estar contigo. Pero… en realidad estamos actuando como un niño que le pide a mamá o papá que sea perfecto para él o para ella. Y el modo de enseñárselo es siendo el papá o mamá de nuestra pareja.
- La agresividad pasiva de las señales indirectas
En lugar de decir algo con asertividad y respeto, nuestra pareja nos da pistas para que sepamos qué necesita, o para que averigües qué siente. En lugar de decir lo que realmente le molesta, encuentra formas indirectas o mezquinas de hacerte enfadar, por lo que te sentirás justificado para quejarte.
- Mantener a la pareja como rehén
Cuando en una relación alguien tiene una crítica o queja, y el otro reacciona chantajeando y amenazando que la relación no funciona, o que quiere dejar la relación porque no se siente querido o reconocido.
- Culpar a tu pareja por tus emociones y sentimientos
No estar disponible para el otro cuando no está alegre y complaciente y retirarse porque estás de mal humor o triste, porque eso me hace sentir mal, y prefiero no estar contigo. O directamente decir que me haces enfadar siempre, son un forma de no responsabilizarse de la propia experiencia, y tomar decisiones. Si es cierto que la relación no te permite sentir alegría y amor, no eres un niño castigado, puedes decidir cambiar algo de la relación o irte.
- Te quiero porque eres mi@
¿Necesitas controlar a quien escribe, habla o con quién queda tu pareja? ¿Es porque la quieres? ¿Revisas tu teléfono? ¿Desconfías de lo que siente por ti porque confías más en lo que puede sentir por otro? No es amor, son celos. Lo que se posee no se puede amar.
- Comprar soluciones a los problemas de la relación
Cada vez que surge un conflicto o problema importante en una relación, en lugar de resolverlo, lo cubres con emoción positiva, dices cosas bonitas para que se desvanezca el dolor o el enfado, le haces un regalo. Dices que si te quiere no se debe enfadar. Que debéis estar bien…
Un abrazo desintoxicador,
Jonàs Gnana